dimarts, 6 d’agost del 2013

Día 31: Oslo – Angelholm


km: 485

Parto al mediodía de Oslo, como si me resistiera a marchar. Me espera un día de retorno sin contemplaciones. La carretera de Oslo a Goteborg me es en parte desconocida, aunque la recorrí hará más de 20 años, pero no tiene demasiado interés. No me fijo demasiado en el paisaje porque voy conduciendo y pensando en todo lo que me ha sucedido. Tengo esa extraña sensación de relatividad temporal que suele acompañar a viajes prolongados. Recuerdo todo lo sucedido en el viaje como si hiciera meses que pasó, sin embargo tengo la impresión de que todo ha durado un suspiro. Por otra parte, me parece que solo existe el viaje y toda mi actual vida se reduce a esto, como si no hubiera nada más. Siempre he estado aquí y lo demás pierde su dimensión, se desvanece como una ilusión, como un sueño.
El último softis
Fugazmente creo ver en el otro carril de la autopista a alguien sobre una w800, avanzando hacia el Cabo Norte con el corazón ilusionado absorbiendo cada segundo de vida mientras es casi consciente de que un mes más tarde alguien descenderá por el otro carril, más viejo, tal vez más sabio y mucho más cansado. Y envuelto en melancolía, lo verá en un instante de ensoñación, cerrando un bucle temporal eterno. Siento un nudo en la garganta. El viaje ha terminado. No estoy seguro de ser la misma persona que partió hace más de cuatro semanas. Probablemente si, pero ha habido ciertos cambios, ciertos matices importantes que ya no son los mismos. No estoy seguro de si seguiré escribiendo este blog, es posible que lo haga solo si sucede algo digno de mención. O quizá lo haré para no romper la continuidad del relato. O tal vez sólo escriba las conclusiones finales. En fin, ya se verá. Es tarde y estoy cansado. Me dirijo a casa, tengo ganas de ver a los mios.
Me queda la agridulce sensación de haber hecho una gesta, pero una gesta anónima, como el soldado que yace en una tumba olvidada cuyo valor o cobardía nadie conoce; no se sabe qué ocurrió, donde ni porqué. Solo el desconocido soldado tiene esas respuestas.
Regreso de este viaje, que hemos hecho, de algun modo, juntos. Gracias por acompañarme.
Gracias, w800.

2 comentaris:

  1. Gràcies a tu per deixar-nos acompanyar-te i per compartir-ho. Enhorabona!!! Ets un crack!!!

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  2. Jo et llegiré fins que deixis d'escriure... I quan tornis a casa, doncs res... seguirem com fins ara, com des de fa ja més de trenta anys.

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